Actualmente, la sociedad cambia y se moviliza de la calle a las redes sociales y las plataformas. El mundo cambia y el mundo material se convierte cada vez más en mundo virtual. La sociedad moderna evoluciona, cambia, y se traslada a las redes sociales y plataformas virtuales, conllevando a que nuestros sentimientos se manifiesten en frases cortas y emoticones. La comunicación se comprime en palabras cortas o cortadas, las cartas se transforman en e mails de máximo dos frases, y el tiempo ya no es suficiente para ninguno de nuestros planes.
En toda esta tormenta de transformaciones, ¿qué vamos a hacer con nuestras reglas de convivencia y con nuestro sistema legal?, todos los principios y las reglas de nuestra sociedad tienen que trasladarse en la nueva sociedad cibernética. Es el momento cuando el Derecho, como ciencia social, está enfrentando un gran desafío: el de adaptarse al espacio abierto creado en Internet o caer en desuso.
El www (World Wide Web) se está organizando y pasa desde el simple usuario a las comunidades virtuales, lo que implica la importación de las reglas sociales en el mundo virtual. Siendo también, el momento idóneo para reformar y mejorar los sistemas sociales y jurídicos.
En la sociedad clásica estamos acostumbrados a ser protegidos por varias autoridades que vigilan que nuestros derechos fundamentales estén garantizados: la libertad, la integridad física, la propiedad, la seguridad etc. ¿Pero en la sociedad virtual, quien vigila nuestros derechos y garantiza su respeto ante cualquier violación?
Al mismo tiempo, es importante conocer el coste de la protección del ser humano en el espacio cibernético. La presente tesis trata de identificar los derechos fundamentales más vulnerables en el nuevo entorno online y a las autoridades responsables para protegerlos.
Al mismo tiempo, se analizará el precio justo de la seguridad cibernética, de una forma analógica con la seguridad individual que gozamos todos los días en nuestras sociedades clásicas. Como ya sabemos, a veces el precio de la seguridad es la limitación de otros derechos fundamentales del ser humano, como el derecho a la vida privada (vigilancia, intervención de conversaciones privadas, etc.), el derecho de la libertad (detención de posibles de infractores), el derecho a la libre expresión (censura de los materiales o medios con contenidos ilícitos o inmorales), el derecho a la libertad de movimiento o a moverse libremente (prohibición de inmigración ilegal) y otros derechos de la persona que interfieren con las reglas sociales cuando se ejercen más allá de los límites establecidos.
Al principio las redes de Internet nacieron libres, como un espacio donde el internauta puede manifestarse de cualquier manera según sus propios límites. Una situación similar al jardín de Edén. Pero, con el tiempo, la cantidad de usuarios virtuales ha aumentado y el entorno digital se transformó en un laberinto y en una verdadera Torre Babel, donde cada usuario habla su idioma y expresa variedad de pensamientos, según sus intereses. Es el crecimiento de internet, su uso masivo y la aparición de cada vez más conflictos cuando hizo pensar que era necesario regularlo . Se pensó en la necesidad de crear reglamentos y organismos de control para su uso correcto.
Después de la aparición de los organismos de reglamentación y vigilancia en Internet, todos los problemas relacionados con la intervención de tales organismos en la vida privada de la ciudadanía aparecieron. Había que fijar un marco legal claro que estableciera la frontera clara entre la necesidad de controlar el espaciador virtual de internet y la protección de los derechos y las libertades de los internautas. Para las organizaciones de Derechos Humanos hay un peligro de restricción de derechos humanos en las redes digitales. Los activistas de los derechos humanos han trasladado su lucha en el entorno digital: “mantener el Internet libre y abierto” es el eslogan de todas sus manifestaciones virtuales. Pero ninguno de estos activistas propone las soluciones para la seguridad cibernética del ser humano (el usuario virtual) que también es uno de nuestros derechos fundamentales muy relacionado con el derecho a la vida. El derecho a la seguridad garantiza el pleno cumplimiento de los demás derechos fundamentales del ser humano y el libre ejercicio de estos derechos en los límites establecidos por los derechos de los demás.
Pues el derecho a la seguridad cibernética del usuario permite que este individuo se manifieste libre y protegido en el entorno online, sin tener miedo de que sus datos personales puedan ser robados, que sus derechos de propiedad intelectual no van a ser vulnerados, que su intimidad no será violada por otros usuarios, que sus conversaciones no serán publicadas sin su consentimiento. Para garantizar su derecho a la seguridad cibernética algunos organismos tienen que “vigilar” el entorno virtual.
Igual que en la sociedad clásica, a veces, los estados y las autoridades responsables para “vigilar” el respecto de las normas sociales y la seguridad del individuo pasan un poco más de los límites e intervienen en la vida privada de las personas “un poco más de lo que se debe”. Por estas razones la sociedad internacional estableció reglas y límites de la intervención de las autoridades en la vida de los protegidos. Al mismo tiempo, organizaciones y organismos internacionales y estatales están analizando y sacando a la luz los casos de abuso por parte de los estados o las autoridades.
El mundo virtual abrió oportunidades tanto para las personas como para Estados y organismo privados. El ciber espionaje internacional, patrocinado por los Estados, ha dado luz a nuevas nociones como “guerra cibernética” y a una nueva industria de armas cibernéticas . Las nuevas historias están siendo utilizadas en algunas partes del mundo para animar a los ciudadanos a renunciar a las libertades civiles para una mayor sensación de seguridad . En los EE. UU., por ejemplo, el espionaje cibernético practicado por los hackers chinos es un argumento clave que se utiliza para apoyar la controvertida ley “Cyber Intelligence Sharing and Protection Act” (CISPA) que permitiría a las autoridades acceder a grandes cantidades de datos de usuarios sin una orden judicial.
En otros lugares, las amenazas internas a la seguridad nacional que plantea el uso de las nuevas tecnologías han sido utilizadas para justificar extensas medidas de vigilancia . Por ejemplo, en India, no es posible acceder a los teléfonos móviles o a conexiones de Internet, incluso en los cibercafés, sin identificación oficial, y se requiere a los proveedores de Internet y los cibercafés que mantengan registros detallados de la historia de la navegación de los usuarios.
Las narrativas de la fatalidad que invariablemente acompañan a dichas medidas se basan aún más en la fuerza del crecimiento real de la delincuencia cibernética que ahora se dice que hay más de 150.000 virus y otros tipos de código malicioso en circulación, con un millón de personas que se convierten en víctimas de delitos cibernéticos cada día .
De esta manera el tema de la seguridad cibernética y la protección de los derechos de la ciudadanía en las redes preocupa cada vez y es un tema controversial. Sobre este problema se pronuncian cada vez más los Estados y los agentes políticos y sociales, también del ámbito internacional.
En realidad, existen amenazas reales y van en aumento. El acceso ilegal a los datos y a las computadoras, así como la interferencia de datos, se han convertido en problemas más comunes y complejos que afectan a un gran número de personas. Temas como: el fraude está adoptando nuevas formas en Internet, y a medida que más de nuestra infraestructura crítica se vuelve dependiente de Internet, las infracciones de seguridad pueden tener repercusiones significativas, incluyendo afectación de los derechos humanos cuando, por ejemplo, un ataque impide que las personas accedan a los servicios públicos o al ejercicio de su derecho a la expresión.
La obligación de los Estados es garantizar los derechos y libertades dentro de su territorio y cambien en este tema, no tan nuevo ya, del uso masivo de las redes y la criminalidad que le acompaña .
Sin embargo, las estrategias de seguridad cibernética deben ser diseñadas e implementadas de una manera que es convergente con el derecho internacional de los derechos humanos con demasiada frecuencia esto no es el caso, como se ve en los regímenes de vigilancia descritos anteriormente. La aplicación de las normas de protección de derechos humanos a las políticas de Seguridad Cibernética se basará, en primer lugar, en la familiarización de todos los actores implicados con las normas de derechos humanos y la promoción de manera coherente .
En otros casos, se encontró incluso, Estados que están detrás de las amenazas como los ataques cibernéticos dirigidos hacia los defensores de los derechos humanos o la oposición política. Por tanto, es importante que la comunidad de derechos humanos empiece a comprometerse con estos discursos más de cerca, para anular las amenazas contra los mismos. Además, deben ofrecer propuestas de solución para que no se repitan y garanticen las reglas y normas de derechos humanos también en las redes digitales, garantizando la seguridad cibernética a la vez.
La investigación realizada en la presente tesis busca identificar y analizar los puntos neurálgicos en el conjunto de los derechos fundamentales que se activan con la interacción del ser humano y el mundo virtual. El principal objetivo de esta tesis es de establecer los límites de las intrusiones legales sobre los derechos individuales por parte de las autoridades, usando las nuevas tecnologías y el Internet. Para encontrar respuestas a las preguntas que se formularán más adelante, se utilizó diversas fuentes de información como: los textos de los tratados internacionales y convenios regionales sobre los derechos humanos, los textos constitucionales de diferentes países, pero con acento especial sobre el marco jurídico de España y Rumania, la doctrina constitucional emanada de los órganos jurisdiccionales, y los pronunciamientos doctrinales.
Entre los métodos de investigación empleados para llegar a las conclusiones perseguidas mencionamos el método comparativo (se han comparado las normas que regulan los derechos fundamentales en distintos sistemas de derecho), el método histórico (presentando la evolución de los derechos en los últimos años), el método correlacional y el método deductivo para proponer soluciones adaptadas a los nuevos desafíos.
La tesis se desarrollará en ocho capítulos que tratan sobre los problemas y desafíos jurídicos mencionados en los párrafos anteriores. En líneas generales, la investigación se centra en buscar respuestas a tres grandes preguntas sobre el contenido de la noción de seguridad cibernética, la existencia de un estado de derecho en el entorno digital y la posibilidad de regular la conducta del usuario en el espacio virtual en armonía con los intereses de seguridad colectiva y el respeto de los derechos humanos.